Cierto dia,caminando por la playa,me fijé en una mujer que se inclinaba continuamente,recogia algo de la arena y lo depositaba en el mar.Hacía lo mismo una y otra vez a lo largo de toda la playa.Cuando me aproximé,me di cuenta con asombro de que lo que cogia eran estrellas de mar,que las olas arrastraban hacia la arena y ella una a una las depositaba dentro del agua.Intrigada,le pregunté sobre lo que estaba haciendo,a lo que muy dulcemente me respondió:devuelvo estas estrellas al mar pues como ves,la marea es baja y estas estrellas han quedado en la orilla y si no las devuelvo,morirán por falta de oxígeno.Entiendo,le respondí,pero deben haber millones de estrellas de mar sobre la playa y no puedes salvarlas a todas,son demasiadas y esto debe suceder en millones de playas a lo largo del mundo.Ella me miró sonriendo y me dijo:sé que en este mundo complicado,un gesto de ternura y solidaridad no es suficiente,nada puedo hacer para solucionar todas las penas que el mundo tiene,pero si puedo ayudar a quienes tengo cerca y colaborar en el pedacito de mundo en el que me ha tocado vivir...Y si alguna vez he logrado hacer reir,he conseguido emocionar o que se parara alguien a reflexionar,entonces,una de esas estrellas que han vuelto al mar,le contará a las demás de su alrededor,que la bondad existe y que todavia hay seres que creen en los demás.
CARMEN F.GÓNZALEZ
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